Introducción.
La Cábala o Qabbaláh (del hebreo קַבָּלָה qabbalah 'recibir') es una de las principales corrientes de la mística judía. La base estructural de este estudio consiste en el análisis del Árbol de la Vida. Entre los judíos, es la tradición oral que explica y fija el sentido de la Sagrada Escritura, y por tanto entiéndase por Cábala al conocimiento en cuanto a las cosas celestiales mediante el ejercicio del estudio y cumplimiento de preceptos y reglas superiores.
En la antigua literatura judaica, qabbalah era el cuerpo total de la doctrina recibida, con excepción del Pentateuco. Así pues, incluía a los poetas y los hagiógrafos de las tradiciones orales incorporadas posteriormente a la Mishná.
Orígenes
Aunque la Cábala propiamente dicha surge hacia fines del siglo XII, sus orígenes pueden remontarse hasta el incipiente judaísmo de la diásporahelenística (cerca del siglo I a. C.) e incluso antes. Y tanto es así que, según la leyenda y los autores clásicos Pico della Mirandola, Johannes Reuchlin y Wilhelm Schickard, la cábala no sería sino un saber de carácter esotérico que Dios habría revelado primero a Adán, después a Abraham y luego a Moisés en el monte Sinaí al tiempo que le hacía entrega de las Tablas de la Ley, que los judíos situaban alrededor del siglo XIII a. C. También se pretende que Dios enseñó sus verdades y misterios a través del ángel Raziel tras la caída del primer hombre.
Una importante contribución a la Cábala se la debemos a Abraham Abulafia (nacido en Zaragoza en 1240). Una de las fuentes más importantes de la cábala es el Zóhar o Libro del Esplendor, escrito por Simeón Ben Yojai. La idea básica allí expuesta es que, del seno mismo de la Divinidad Oculta o Infinito (el Ain Sof), surgió un rayo de luz que dio origen a la Nada (Ain), identificada con una esfera (sefirá) o región, que recibe el nombre de Kéter (‘corona’). A partir de esta corona suprema de Dios emanan otras nueve esferas (las sefirot). Estas diez esferas constituyen los distintos aspectos de Dios mediante los cuales éste se automanifiesta.
Este sistema descrito, se multiplicó y volvió a multiplicar, generando progresivamente miles y miles de sistemas similares de diez esferas interiores poseedoras de luminosidad cada vez más reducida. Este proceso derivó en la formación del mundo en el que vivimos (véase Numerología y Cábala Cáp. XXI).
Explicación de la Kabbala
" La Cábala precede a cualquier religión o teología y fue dada a la humanidad por el mismísimo Dios, sin pre-requisitos ni pre-condiciones. Según las enseñanzas cabalísticas, el universo funciona de acuerdo a ciertos principios supremamente poderosos. Al entender estos principios y al aprender a actuar de acuerdo con ellos, la vida mejora enormemente en lo inmediato, y se logra a mediano y largo plazo la verdadera plenitud, para uno mismo y para toda la humanidad.
Así, de la misma manera en que las leyes físicas básicas, tales como la gravedad y el magnetismo existen independientemente de nuestra voluntad y de nuestra conciencia, las leyes espirituales del Universo influyen en nuestras vidas cada día y a cada momento. La Cábala brinda el poder de entender y vivir en armonía con estas leyes, y además, de usarlas para beneficiarnos a nosotros mismos y al mundo.
La Cábala es mucho más que un sistema filosófico intelectualmente convincente. Es una descripción precisa de la naturaleza entrelazada entre la realidad espiritual y la física; y es un compendio total de métodos poderosos, a la vez que prácticos, para lograr objetivos dignos dentro de esas realidades. Dicho de manera simple, la Cábala da las herramientas que se necesitan para obtener felicidad, plenitud y para llevar la Luz del Creador a la vida propia. Es la manera de alcanzar la paz y la alegría que todo ser humano desea y merece, en la más profunda esencia de su ser ".
La explicación anterior se refiere a la visión moderna y actualizada del kabalismo. La Cábala sale a la luz como tal entre los siglos XII y XIII en la Provenza y Cataluña a través de las comunidades judías de la zona vinculadas indefectiblemente a Oriente Próximo. Así, podemos decir que la cábala nace en Sefarad, la comunidad judía española. La Cábala como tal es el pozo de todas las tradiciones místicas judías que se fueron acumulando desde antes de Cristo y que llegaron a reinterpretar las Escrituras de tantas y tan variadas maneras que llegaron a crear una mística cercana al gnosticismo o al hasidismo.
En esencia, la Cábala (palabra que significa «recibir» para algunos, «clave» para otros) es una «ciencia» que busca en la Torá (el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia), el significado del mundo y la «verdad». Pretende interpretar los sentidos ocultos de los cinco libros y en ellos busca la revelación. Puede entenderse de una forma metafísica, buscando la iluminación, o se puede entender como un medio a través del cual llegar a conocer la realidad que nos rodea. Kabalística es la afirmación de que «el conocimiento absoluto no tiene objeto sino que es un medio». Para los Kabalistas, el lenguaje es creador y la Torá contiene todos los textos, todas las combinaciones que pueden darse para crear otros mundos y otras realidades. Los Kabalistas entienden que el nombre de Dios está formado por todas las letras que componen el alfabeto y que éste, por tanto, tiene múltiples formas. Dios se sirvió de las letras para crear el universo a través de sus emanaciones o sefirot.
De todas formas hay quien dice que existe una cábala cristiana, a lo que otros responden diciendo que lo más cercano al misticismo judío de la Cábala es el catarismo.
Cábala Especulativa
La cábala especulativa investiga los sentidos recónditos relativos a la Sagrada Escritura, y a los misterios de la naturaleza y la creación, y se subdivide en artificial o simbólica, y real o dogmática.
En la cábala especulativa simbólica, se prescriben determinadas reglas hermenéuticas para descifrar el sentido oculto de los textos de la Biblia. Así, para descifrar el sentido oculto de los textos de la Biblia (a los que se considera acompañados de un sentido recóndito) se colocan verticalmente unas encima de otras las palabras de diferentes versos de la Sagrada Escritura, resultando nuevas palabras de las letras en lectura vertical. Las palabras se disponen en forma de cuadro para poder ser leídas verticalmente o en bustrófedon. Las palabras se juntan totalmente y se las separa de nuevo, etc. A reglas de este orden responden las tres variedades de cábala especulativa simbólica:
La Gematría considera el valor numérico de la palabra o palabras del texto, cuyo sentido se indaga, el cual será el de otra palabra extraña cuyas letras sumen el mismo valor numérico que aquella o aquellas. Así, en el Génesis XLIX, 10, se lee: «No se le quitara la vara de mando a Judá, ni (faltará) el legislador (la antorcha suprema) de entre los de su generación (descendencia) hasta que venga el Pacífico (Shiló Yabosh)». Para saber quién es el pacífico, los cabalistas suman los valores de número de las palabras hebreas «hasta que venga el pacífico», que dan Yod es igual a 10, Bet es igual a 2, Alef es igual a 1, Shin es igual a 300, Yod es igual a 10, Lámed es igual a 30, He es igual a 5, total 358. Como que los valores de las letras que entran en la palabra מָשִׁיחַ Mashíaj son igualmente 358, el pacífico será el Mesías.
Alfabeto hebreo de 22 caracteres.
Figura | Letra | Símbolo | Equivalencia | Valor |
א | 'Alef | A | A | 1 |
ב | Bet | B | B V | 2 |
ג | Gimel | G | G | 3 |
ד | Dálet | D | D | 4 |
ה | He' | H | H | 5 |
ו | Vav | V | U, W, F | 6 |
ז | Zayín | Z | Z | 7 |
ח | Jet | J | J | 8 |
ט | Tet | T | T | 9 |
י | Yod | I | Y, I | 10 |
כ | Kaf | K | K | 20 |
ל | Lámed | L | L | 30 |
מ | Mem | M | M | 40 |
נ | Nun | N | N | 50 |
Figura | Letra | Símbolo | Equivalencia | Valor |
ס | Sámej | S | S | 60 |
ע | 'Áyin | O | O | 70 |
פ | Pe | P | P | 80 |
צ | Tsadik | Ts | Ts | 90 |
ק | Quf | Q | Q | 100 |
ר | Reish | R | R | 200 |
ש | Shin | Sh | Sh S | 300 |
ת | Taf | T | T | 400 |
ך | K final | | | 500 |
ם | M final | | | 600 |
ן | N final | | | 700 |
ף | P final | | | 800 |
ץ | Ts final | | | 900 |
א” | Alef' | | | 1000 |
En el Notaricón se juntan, a manera de acróstico, las letras iniciales o las finales de las palabras de una frase cuyo sentido quiere interpretarse para, con la palabra resultante, descubrir éste. Así, las palabras hebreas que corresponden a las tres primeras de las que dijo Abraham a Isaac en el acto de sacrificarle: «La víctima, hijo mío, la proveerá Dios» (Génesis XXII, 8) empiezan por Alef, Yod, Lámed que unidas forman la voz AIL (heb), Carnero, y en efecto, el carnero se halla indicado en el versículo 13.
En la Temurá, el nuevo sentido sacado de una palabra sale transponiendo las letras de que se compone, o separándolas de manera que formen diferentes palabras; es decir, un procedimiento anagramático. Se ha hablado mucho de la numerología relacionada con la cábala. Cada letra como elemento creador tiene asignado un número, lo que le confiere significados aún más crípticos a textos como la Torá o, en realidad, a cualquier otro.
La lectura cabalística a través de los tres mecanismos básicos descritos (gematria, notaricón, temurá) de la Torá, escrita en el lenguaje de Dios, (y numerada según la progresión de Fibonacci) revela no sólo un mensaje divino sino una descripción del mecanismo del mundo, y funciona como el «manual de instrucciones» para intervenir en él. La Temurá consiste en la permutación de letras al modo de un anagrama. Ya que en el hebreo no hay vocales, de la lectura de una palabra como YHWH se sigue WHYH, HWYH, cada una con un posible significado simbólico concreto. La Gematria es otra disciplina de interpretación que consiste en cálculos numéricos obtenidos a partir de las letras del Alefato. Éste sintetiza 10 significaciones posibles en cada letra, a saber: relativas al concepto que encubren; a su significado estricto; a su forma; su número; su significación celeste (zodiacal y astrológica); su localización temporal (en estaciones, días de la semana y meses); su relación con el cuerpo humano, su efecto sobre las habilidades y los dones del hombre; simbolizando a personajes importantes de la historia de Israel e incluso especificando la dirección de los canales que unen a las diez sefirot). El Notaricón, por último, «lee entre líneas» reveladas las respuestas que el lenguaje divino mantiene ocultas para un lector no iniciado. Básicamente, se trata de tomar las iniciales de una serie de palabras, o las letras finales, y extraer de ahí nuevo material profético, «no-revelado» y preciso. Dado que el hebreo no tiene vocales, se puede obtener una considerable cantidad de palabras ocultas. Umberto Eco cita un ejemplo del Eclesiástico que pregunta: «¿Quién subirá por nosotros al reino de los cielos?». Tomando las letras iniciales y las finales de cada palabra, se obtiene la siguiente respuesta: «Los justos verán a Dios».
La cábala especulativa dogmática explica los sentidos ocultos de ciertas palabras de la Biblia, con aplicación a los fenómenos de la historia de la creación. Es de dos especies, la ciencia de laMerkabá (Merkaba), que trata del mundo supralunar, o sea de la teología y la metafísica, y la ciencia de Bereshit, que se ocupa en el mundo sublunar. Esto es, el de los fenómenos.
Cábala Práctica
La Cábala práctica persigue fines como la curación de un enfermo, la expulsión de un demonio, mediante la invocación o escritura del tetragramático nombre (Adonay) o ciertos pasajes o palabras de la Biblia, en tablillas colgándolas del cuello del paciente.
Estructura De Las Sefirot
La cábala se encuentra compuesta por diez esferas (sefirot), enumeradas habitualmente en el orden en que el rayo de Dios desciende para crear el mundo, que es la misma numeración que es utilizada por la europeizada cábala hermética.
Se encuentran listados a continuación sus nombres y el significado traducido del hebreo:
- Kéter (La Corona. Providencia equilibrante).
- Jojmá (La Sabiduría).
- Biná (La Inteligencia siempre Activa).
- Jésed (La Misericordia. Grandeza).
- Gevurá (La Justicia. Fuerza).
- Tiféret (La Belleza).
- Nétsaj (La Victoria de la Vida sobre la Muerte).
- Hod (La Eternidad del Ser. Gloria).
- Yesod (El Fundamento. La Generación o piedra angular de la Estabilidad).
- Maljut (El Reino. Principio de las Formas).
En la Cábala hermética, muy influida por Eliphas Lévi y Aleister Crowley, se considera el camino místico del hechicero como un recorrido en el sentido inverso al rayo de Dios: esto es, empezando por Maljut y acabando en Kéter.
melej saddi
ResponderEliminarmuy interesante, me gustaria q compartieran mas de sus enseñanzas
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